domingo, 16 de enero de 2011

Suplemento N°2. La caridad en la verdad

Queridos hermanos y hermanas:

Hemos pensado que como forma de complementar nuestras reflexiones y los temas de nuestras reuniones de grupos es pertinente recomendar lecturas que puedan ayudarnos en estos fines.


Firmada el 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo, del año 2009, esta Encíclica aborda temas sobre la Doctrina Social de la Iglesia y nos sorprende por su actualidad, su forma de explicar al mundo globalizado, los problemas que se generan en las personas, cómo Cristo es la respuesta a estas inquietudes y la importancia que otorga al desarrollo humano integral, el desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres.

Es una encíclica social, que nos habla de la dignidad humana. Ofrece el criterio del amor en la verdad para la actuación nuestra como cristianos en el nuevo contexto mundial. 

Nos llama a la responsabilidad social, ya que como cristianos debemos dar orientaciones para que el progreso no deshumanice, sino que alcance el fin para el que fuimos creados: ser felices como co-creadores en esta tierra, compartida por todos. 

Ante los absolutismos  ideológicos y religiosos, nos recuerda que estamos llamados a contagiar el amor de Dios por la humanidad y a contribuir con nuestro trabajo y esfuerzo para alcanzar el anhelado desarrollo de los pueblos.

Nos insta a trabajar por la justicia y a permanecer en actitud de oración, enriqueciendo nuestra vida espiritual, lo que nos permitirá que nuestras acciones sean también ricas.

El amor y la bondad son vocaciones que Dios ha puesto en nosotros, los hombres, y Benedicto XVI nos llama a actuar de acuerdo a nuestra fe cristiana. Sólo si pensamos que se nos ha llamado individualmente y como comunidad a formar parte de la familia de Dios como hijos suyos, seremos capaces de forjar un pensamiento nuevo y sacar nuevas energías al servicio de un humanismo íntegro y verdadero.

El Papa nos dice: "... se necesitan unos ojos nuevos y un corazón nuevo, que superen la visión materialista de los acontecimientos humanos y que vislumbren en el desarrollo ese «algo más» que la técnica no puede ofrecer. Por este camino se podrá conseguir aquel desarrollo humano e integral, cuyo criterio orientador se halla en la fuerza impulsora de la caridad en la verdad".

Los invito a revisar la Encíclica completa haciendo clic sobre esta frase

Un abrazo

De Colores

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