El Papa Benedicto XVI dio a conocer este lunes 24 de enero un mensaje, con motivo de la cuadragésimo quinta Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el 5 de junio, día de la solemnidad de la Ascensión del Señor.
Si bien se trata de un mensaje dirigido a periodistas y comunicadores, su contenido trasciende a estas ocupaciones y tiene que ver con todos los usuarios de medios digitales, comunidades virtuales y redes sociales.
"Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital" es una invitación a los creyentes a unirnos con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que posibilita la era digital.
Este mensaje nos llega de cerca, ya que utilizamos la tecnología digital como medio de comunicación y evangelización, por eso quisimos destacarlo en este Suplemento. Al ser dirigentes cristianos, somos comunicadores cristianos.
El Papa también ha dicho que el servicio más precioso que la Iglesia puede dar al mundo es el anuncio del evangelio. Debemos hacer el anuncio con una fuerza renovada, con la misma intensidad que lo hicieron los primeros cristianos.
Para cumplir esta tarea, utilizamos los medios que tenemos a nuestro alcance. Evangelizar es urgente, porque además de los pueblos que aún no conocen a Cristo "cada vez hay más gente, que aun habiendo recibido el anuncio del Evangelio lo ha olvidado y abandonado, y no se siente parte de la Iglesia", ha dicho recientemente el Papa (al hacer clic en el texto subrayado se puede revisar la noticia).
La verdad anunciada y una vida coherente
El título del mensaje es claro: primero Verdad, luego anuncio y autenticidad de vida. La era digital es el contexto en que nos encontramos inmersos.
Verdad: es Cristo, es en definitiva, la respuesta plena y auténtica a ese deseo humano de relación, de comunión y de sentido, que se manifiesta también en la participación masiva en las diversas redes sociales.
“La verdad del Evangelio no puede ser objeto de consumo ni de disfrute superficial, sino un don que pide una respuesta libre. Esa verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la red, está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana”, dice el mensaje.
Anuncio: es nuestra tarea evangelizadora. Benedicto XVI nos recuerda que “La proclamación del Evangelio supone una forma de comunicación respetuosa y discreta, que incita el corazón y mueve la conciencia; una forma que evoca el estilo de Jesús resucitado cuando se hizo compañero de camino de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35), a quienes mediante su cercanía condujo gradualmente a la comprensión del misterio, dialogando con ellos, tratando con delicadeza que manifestaran lo que tenían en el corazón”.
Autenticidad de vida: se refiere a la consistencia entre nuestras palabras y nuestra vida, nuestro estilo de vida -que debe ser cristiano ya que somos cristianos-, vivir eso que sabemos y anunciamos en todos los aspectos. Un estilo de vida que también se ve reflejado en los medios digitales que usamos. Nos llama a la integridad y a la honradez.
Debemos considerar a las redes sociales como parte de nuestros ambientes, donde cabe perfectamente el trabajo ambiental cursillista. Es un llamado explícito a fermentar de evangelio nuestro ambiente digital, siendo consecuentes y mostrando en realidad quiénes somos y qué creemos.
Estilo cristiano
Dice el Papa en su mensaje: “El testimonio de los profesionales católicos no se agota en la mera discusión de temas religiosos, sino que está llamado a manifestarse en el estilo de vida personal concreto. La coherencia de vida con el Evangelio es una forma de anuncio; una comunicación explícita que hace creíble el anuncio. La exigencia de dar a conocer el Evangelio en su integridad debe manifestarse más que nunca como un "signo" distintivo de la era digital”
Nueva comunicación
El Santo Padre destaca que la amplia transformación en el campo de las comunicaciones dirige las grandes mutaciones culturales y sociales de hoy.
"Las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la comunicación en sí misma, por lo que se puede afirmar que nos encontramos ante una vasta transformación cultural. Junto a ese modo de difundir información y conocimientos, nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión", señala el Pontífice.
El Papa considera urgente, dadas las extraordinarias potencialidades de internet y la complejidad de sus aplicaciones, una reflexión seria sobre el sentido de la comunicación en la era digital: "Como todo fruto del ingenio humano, las nuevas tecnologías de comunicación deben ponerse al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera. Si se usan con sabiduría, pueden contribuir a satisfacer el deseo de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda del ser humano".
Facebook, Twitter, blogs y redes sociales
Lo que twitteamos, lo que publicamos en nuestro muro de Facebook y lo que compartimos en los foros y comunidades digitales no está solamente dando información de un tema específico, con ellos estamos compartiendo nuestra visión del mundo, nuestras esperanzas y nuestros ideales.
Este mensaje hace un llamado a que la construcción de nuestra identidad sea auténtica.
La comunicación considera todos los mensajes que enviamos a los demás, lo que hacemos y decimos no sólo se refiere al tema de nuestra conversación, sino que revela aspectos de nuestra personalidad, de nuestras creencias y de nuestra vida.
Afirma el Santo Padre que la dinámica de introducir la información en una red social, ha contribuido a una renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas. Advierte, eso sí, sobre algunos límites típicos de la comunicación digital: "una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia".
Benedicto XVI sostiene que al participar en el espacio público digital se establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo, lo que en forma inevitable lleva a la pregunta sobre la calidad del propio actuar, y también sobre la autenticidad del propio ser.
"La presencia en estos espacios virtuales puede ser expresión de una búsqueda sincera de un encuentro personal con el otro, si se evitan ciertos riesgos, como buscar refugio en una especie de mundo paralelo, o una excesiva exposición al mundo virtual. El anhelo de compartir, de establecer "amistades", implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio "perfil" público".
Nuestro prójimo
Más adelante plantea algunas interesantes preguntas:
"¿Quién es mi "prójimo" en este nuevo mundo?
¿Existe el peligro de estar menos presentes con quien encontramos en nuestra vida cotidiana ordinaria?
¿Tenemos el peligro de caer en la dispersión, dado que nuestra atención está fragmentada y absorta en un mundo "diferente" al que vivimos?
¿Dedicamos tiempo a reflexionar críticamente sobre nuestras decisiones y a alimentar relaciones humanas que sean realmente profundas y duraderas?"
En este sentido, el Papa recuerda que siempre que el contacto virtual no puede ni debe sustituir el contacto humano directo, en todos los aspectos de nuestra vida. "Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales. Por eso, puede decirse que existe un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital, caracterizado por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro".
“También en la era digital, cada uno siente la necesidad de ser una persona auténtica y reflexiva. Además, las redes sociales muestran que uno está siempre implicado en aquello que comunica. Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales. Por eso, puede decirse que existe un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital, caracterizado por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro”.
Testimonio
Agrega que comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él.
Asimismo, invita a tomar conciencia de que el valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la "popularidad" o la cantidad de atención que provoca. "Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento".
El Papa es claro en que la verdad del Evangelio es un don que pide una respuesta libre, una verdad que también en el espacio virtual de la red está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana.
Concluye el Mensaje afirmando que la proclamación del Evangelio supone una forma de comunicación respetuosa y discreta, que incita el corazón y mueve la conciencia. "Los creyentes, dando testimonio de sus más profundas convicciones, ofrecen una valiosa aportación, para que la red no sea un instrumento que reduce las personas a categorías, que intenta manipularlas emotivamente o que permite a los poderosos monopolizar las opiniones de los demás. Por el contrario, los creyentes animan a todos a mantener vivas las cuestiones eternas sobre el hombre, que atestiguan su deseo de trascendencia y la nostalgia por formas de vida auténticas, dignas de ser vividas".
Es evidente que este mensaje papal fue preparado después de mucho estudio, oración y reflexión. Considera aspectos teóricos de la comunicación en un lenguaje comprensible y ameno, intenta entregar una reflexión profunda que tiene que ver con nuestro comportamiento cotidiano llamándonos a vivir cristianamente.
Hermanos y hermanas, pueden revisar el texto completo del mensaje haciendo clic en esta frase.
Para finalizar, quiero aclarar por qué se publica ahora este mensaje, si todavía faltan meses para la jornada; es porque el Papa quiso anunciarlo este lunes 24 de enero, por ser la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de periodistas y comunicadores.
Un abrazo cariñoso
De Colores