En la escuela Nº5 estábamos conversando sobre la mentalidad y su porqué histórico, y en ese momento optamos por detenernos un momento, para conocer un poquito de nuestra historia. No buscamos entrar o animar, ni menos zanjar las discusiones y controversias, que las revisiones históricas suelen suscitar en todo ámbito, incluyendo éste, por las diversas visiones e interpretaciones que naturalmente tenemos de las circunstancias.
Con esa mirada seguiremos usando como base el trabajo de Eugenio Severín Huidobro, del MCC de Valparaíso – Chile, “CURSILLOS, UN CARISMA, UNA HISTORIA, UNAS PERSONAS, UNAS ESTRUCTURAS”, cuya primera parte presentamos en la escuela Nº 6.
Les reiteramos que, como es nuestra costumbre, aquí presentamos sólo fragmentos y resúmenes del documento mencionado, el que les invitamos a leer en forma completa en el vínculo señalado.
Mons. Juan Hervás, Padre Sebastián Gayá, Padre Juan Capó y Padre Guillermo Payeras, son algunos de los adelantados y visionarios de la jerarquía de la iglesia que participaron en la puesta en marcha de un movimiento de iglesia fundamentalmente laico, que busca poner el corazón de la iglesia en el corazón del mundo y viceversa.
A continuación algunos detalles de su rol “histórico”.
… A fines de Diciembre de 1947, Mons. Hervás, con 41 años de edad, asume como Obispo Titular de Mallorca. Mons. Hervás, se jugó a fondo por “Cursillos”, lo que le generó críticas, vejaciones y un castigo en sus destinaciones pastorales.
El Padre Sebastián Gayá Riera, quien acompaño a Mons. Hervás como asesor diocesano de la Juventud de Acción Católica Española, fue el gestor, el alma y el motor del Cursillo de Enero de 1949. A él se deberán más adelante la “Guía del Peregrino” y la “Hora Apostólica” que se reza hasta hoy en los Cursillos.
A principios del verano de 1948, año de la Peregrinación a Santiago, se incorpora a este equipo el Padre Juan Capó, el cual, primero secundara al Padre Gayá, y luego lo sustituiría en 1950 como Asesor Diocesano de la Juventud de Acción Católica Española (JACE).
En Agosto de 1948, la Peregrinación a Santiago de Compostela sería, como lo hemos señalado, todo un éxito. Jóvenes provenientes de todas las diócesis de España estremecieron con sus oraciones, con sus sacrificios, con su entusiasmo y con su compromiso el Santuario gallego. Sin embargo, al volver a sus lugares de origen comenzarían a surgir en muchos, algunas importantes interrogantes: ¿Qué hacer ahora?, ¿Cómo buscar una manera de encauzar aquel ambiente de retorno a Dios hacia algo perdurable?
A fines de noviembre o principios de diciembre de 1948, el Consejo Diocesano de la JACE intenta organizar un nuevo Cursillo para enero de 1949. Don Juan Capó plantea entonces algunas interrogantes:
¿Por qué si los resultados han sido tan eficientes, se programa un Cursillo y no se prevé el siguiente?; ¿Por qué si producen tan buenos frutos no se organizan con mayor frecuencia, en cadena, con una coordinación y con una programación para después del Cursillo?; ¿Por qué no pensar incluso en una vocalía especial de la JACE que se haga cargo de este instrumento?
El padre Capó, designó al padre Sebastián Gayá, como Director Espiritual para el Cursillo que se daría en Enero de 1949, encargándole además que preparara cinco temas de tipo espiritual o teológico, dejándole para estos efectos la más absoluta libertad. De este trabajo van a nacer los esquemas de los Rollos Místicos del Cursillo, no así las meditaciones, las cuales vendrían más adelante.
Alegando que sus múltiples ocupaciones en el Seminario, del cual era además Director Espiritual, eran muchas, el padre Capó pide ayuda, y el padre Gayá le designa entonces al padre Guillermo Payeras, quién trabajaba con la juventud, para que colabore con él.
Capó y Payeras se reúnen y deciden ponerse a trabajar a todo vapor. Como ya lo hemos señalado, al entregársele esta misión al padre Capó se le había dejado en entera libertad para decidir qué hacer, no se le había precisado temas, ni tampoco se le entregó los esquemas que se habían usado en los cursillos que una o dos veces al año habían venido organizándose hasta entonces.
En estos primeros esquemas, como lo señalara también el padre Capó en la obra citada, el Rollo "Gracia Habitual" partía del concepto de novedad radical que la Gracia introducía en nuestra vida y se centraba en la explicación de la conversión o "metanoia";
Es decir, si bien los “cursillos para peregrinos” generaron un clima de fermento y espiritualidad propicia para el nacimiento de cursillos, estos no son la simple continuación de los primeros.
Continuará…
COMENTARIO:
Es importante advertir que si bien la diáfana presencia del Espíritu Santo alentó a personas y comunidades en este proyecto, esta empresa no estuvo entonces, ni lo está hoy, exenta de obstáculos de todo tipo, por lo que el MCC siempre ha requerido de un comprometido y perseverante trabajo humano.
En nuestra próxima escuela conoceremos los nombres de algunos de los laicos protagonistas de esta historia.
Nuestra historia es un testimonio del compromiso y perseverancia de sus dirigentes, testimonio que ahora nos corresponde cautelar con el nuestro. ¿Estamos cada uno de nosotros, viviendo nuestro post cursillo a la altura de los testimonios que marcaron nuestro origen?
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Equipo
COE-MCC-ZOS-CL
Complemento Online Escuela-MCC- Zona Oriente de Santiago-Chile
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